Los electrolitos son minerales presentes en la sangre y los fluidos corporales que influyen en el control de la cantidad de agua presente en el organismo, así como la acidez de la sangre, la función muscular y otros procesos fisiológicos importantes. Un equilibrio adecuado de electrolitos ayuda al cuerpo a mantener los líquidos en concentraciones adecuadas. Los principales electrolitos del organismo son el cloro, el potasio y el sodio. Los niveles de electrolitos pueden llegar a ser demasiado bajos o demasiado altos cuando la cantidad de agua en el cuerpo cambia (causando deshidratación o sobre hidratación). El desequilibrio de electrolitos puede ser causado por diarrea, vómitos, sudoración, problemas renales y la toma de algunos medicamentos.

Uno de los principales problemas que pueden surgir en relación directa con el agua de nuestro organismo es el de la deshidratación, porque en muchos casos, el agua ingerida no cubre las necesidades fisiológicas. Lamentablemente, la sed no es el mejor indicador de la falta de agua, pero si lo es el color de la orina. Cuando la orina aparece de color amarillo oscuro o ámbar generalmente indica un estado de deshidratación mientras que en condiciones adecuadas de hidratación, suele presentar un color más claro. Si las exploraciones físicas o los datos de laboratorio indican un estado de deshidratación, es preciso entablar una respuesta inmediata. El agua de por si no tiene suficientes electrolitos, por lo que para los casos de deshidratación leve a moderada, a menudo la simple toma de agua abundante no es suficiente. Para realizar una rehidratación adecuada en casos de deshidratación, es necesario reponer tanto los líquidos como los electrolitos y la mejor opción son las Soluciones de Rehidratación Oral.